Ashoka o cómo el gran capital pacta con los movimientos sociales
Isidro Bustamante*
“Los retos globales requieren soluciones basadas en estrategias de mercado a gran escala"
María Zapata – Ashoka España
Ashoka es una fundación filantrópica internacional originaria de EE.UU., con presencia en más de setenta países. Ashoka se fundó en 1981, si bien en España no fue inscrita en el Registro de fundaciones hasta 2003 y su actividad comenzó verdaderamente en 2005.
A través de su fundador y Director Ejecutivo, el neoyorquino Bill Drayton, Ashoka obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2011, cuyo acto de entrega tuvo lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo el 21 de octubre.
María Zapata – Ashoka España
Ashoka es una fundación filantrópica internacional originaria de EE.UU., con presencia en más de setenta países. Ashoka se fundó en 1981, si bien en España no fue inscrita en el Registro de fundaciones hasta 2003 y su actividad comenzó verdaderamente en 2005.
A través de su fundador y Director Ejecutivo, el neoyorquino Bill Drayton, Ashoka obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2011, cuyo acto de entrega tuvo lugar en el Teatro Campoamor de Oviedo el 21 de octubre.
Emprendedores sociales, Changemakers y Jóvenes Changemakers
Esta organización tiene como objetivo asesorar, apoyar y relacionar entre sí a quienes denomina “Emprendedores Sociales”. Los Emprendedores Sociales son personas minuciosamente escogidas por Ashoka por sus contrastadas dotes de liderazgo y habilidades sociales. Los criterios de selección son muy rigurosos. Tras llevar a cabo el proceso de selección, denominado “Ashoka’s Venture”, Ashoka verifica en todo momento el escrupuloso cumplimiento de tales criterios de selección; por ello, una vez dentro, el discurso de los emprendedores sociales no cambia sustancialmente.
Los Emprendedores Sociales trabajan en sus propios proyectos sociales de base, y con su apoyo Ashoka pretende que estas personas puedan dedicarse más enteramente a sus respectivos proyectos “para que cristalicen en un cambio social tangible y duradero”. De hecho, uno de los principales lemas de esta organización es “Todos podemos cambiar el mundo”.
Los Emprendedores Sociales cobran un sueldo mensual de Ashoka durante tres años (de ahí que también sean conocidos como "Fellows") y, tal y como afirman diversos dirigentes de esta fundación y como consta en varios de sus documentos, quedan ligados “de por vida” a la “Red Mundial de emprendedores sociales de Ashoka”. Esta red es impulsada y coordinada por Ashoka para que los emprendedores se relacionen entre sí, para que se relacionen con Ashoka, para que trabajen de forma conjunta y para que Ashoka les abra contactos. Siguiendo un sistema de motivación muy estadounidense, Ashoka reúne periódicamente a sus emprendedores, los alienta y fomenta al máximo un intenso espíritu de grupo.
Los Emprendedores Sociales trabajan en sus propios proyectos sociales de base, y con su apoyo Ashoka pretende que estas personas puedan dedicarse más enteramente a sus respectivos proyectos “para que cristalicen en un cambio social tangible y duradero”. De hecho, uno de los principales lemas de esta organización es “Todos podemos cambiar el mundo”.
Los Emprendedores Sociales cobran un sueldo mensual de Ashoka durante tres años (de ahí que también sean conocidos como "Fellows") y, tal y como afirman diversos dirigentes de esta fundación y como consta en varios de sus documentos, quedan ligados “de por vida” a la “Red Mundial de emprendedores sociales de Ashoka”. Esta red es impulsada y coordinada por Ashoka para que los emprendedores se relacionen entre sí, para que se relacionen con Ashoka, para que trabajen de forma conjunta y para que Ashoka les abra contactos. Siguiendo un sistema de motivación muy estadounidense, Ashoka reúne periódicamente a sus emprendedores, los alienta y fomenta al máximo un intenso espíritu de grupo.
En estos momentos Ashoka cuenta con unos tres mil Emprendedores Sociales en el mundo. Veinticuatro de estos emprendedores están localizados en España y trabajan en los siguientes ámbitos: sanidad, acceso a la vivienda, empleo, inserción socio-laboral, educación, universidades rurales, economía social, economía solidaria, banca ética, comunidades autofinanciadas, microcréditos, emprendimiento juvenil, periodismo, opinión pública, turismo responsable, biomasa como fuente energética, conservación y protección del territorio, sector pesquero, agricultura y ganadería ecológicas, recuperación de semillas locales, desarrollo rural sostenible, desarrollo local, patrimonio cultural, sector penitenciario, violencia de género, igualdad de género, abuso infantil, seguridad infantil en internet, discapacidad intelectual, etc. Una parte importante de los proyectos de estos veinticuatro Emprendedores Sociales también se extiende fuera de nuestras fronteras, fundamentalmente hacia Latinoamérica y África.
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En un escalafón inferior, pero más numeroso, se encuentran quienes Ashoka denomina “Changemakers”. La relación entre Ashoka y sus Changemakers (postulación, selección, asesoramiento, intercambio de información, etc.) se lleva a cabo a través de Internet. Los Changemakers seleccionados reciben una cantidad económica que generalmente oscila entre cinco mil y cincuenta mil dolares “como apoyo para la ejecución de sus proyectos”. Los campos que Ashoka demanda a sus Changemakers son siempre estratégicos: salud, educación, alimentación, economía, agricultura, vivienda, periodismo, etc.
Y por último, la cantera de emprendedores sociales se fomenta a través del programa “Ashoka Jóvenes Changemakers”. El objetivo de este programa es “iniciar un movimiento de jóvenes impulsores de cambios que tengan la confianza y las habilidades básicas para hacerlo: empatía, liderazgo, capacidad de trabajar en equipo y de gestionar el cambio”. Actualmente existe una “Red global de cerca de 3000 Jóvenes Changemakers en casi 20 países”. Para la ejecución de sus proyectos, estos jóvenes reciben de Ashoka un dinero denominado “Capital-semilla”.
Y por último, la cantera de emprendedores sociales se fomenta a través del programa “Ashoka Jóvenes Changemakers”. El objetivo de este programa es “iniciar un movimiento de jóvenes impulsores de cambios que tengan la confianza y las habilidades básicas para hacerlo: empatía, liderazgo, capacidad de trabajar en equipo y de gestionar el cambio”. Actualmente existe una “Red global de cerca de 3000 Jóvenes Changemakers en casi 20 países”. Para la ejecución de sus proyectos, estos jóvenes reciben de Ashoka un dinero denominado “Capital-semilla”.
En quien se apoya Ashoka.
Para financiarse o bien para estructurar su actividad, Ashoka tiene establecidas unas “alianzas” y unas “alianzas estratégicas” con una larga serie de empresas, fundaciones y otras corporaciones del gran capital. Sirvan de ejemplo las siguientes: Banca Cívica, Banca JP Morgan, Banco Goldman Sachs, Banco Interamericano de Desarrollo, BBVA, Boehringer Ingelheim, Caixa Catalunya, Citibank, Danone, Departamento de Estado de EE.UU, Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbanístico de EE.UU, Deutsche Bank, DKV Seguros, eBay, ESADE, Exxon Mobil, Fundación Bankinter, Fundación Botín, Fundación Coca-Cola, Fundación Ford, Fundación Gates, Fundación Hewlett, Fundación Kellogg, Fundación Rockefeller, G-20, General Electric, Google, Grameen Bank, Grupo Norte, Grupo VIPS, IE Business School, IESE, Latham & Watkins, McKinsey & Co, Nike, Novartis, Price Waterhouse Coopers, Telefónica, Unión de Bancos Suizos, USAID, Zurich Seguros y un largo etcétera.
Entre los socios de Ashoka merece especial mención la Fundación AVINA, creada y dirigida por el magnate mundial del amianto, el suizo Stephan Schmiedheiny, la cual cuenta con una estructura, un funcionamiento y una financiación que estremecen más aún que los que ostenta la propia Ashoka. AVINA mantiene con Ashoka una estrecha “alianza estratégica” desde 1993, con arreglo a la cual AVINA financia a Ashoka y comparte con ésta objetivos, directivos y Emprendedores Sociales. AVINA centra su actividad en Latinoamérica, si bien cuenta con importantes apoyos en otros países, entre los que destaca España. Sobre el citado fundador de AVINA recae el peso de una parte importante de las muertes ocasionadas en el mundo por la exposición e inhalación de amianto (el amianto causará entre 110.000 y 150.000 muertes al año durante las próximas décadas, según la OMS, además de las que ya lleva causando desde hace tiempo). De hecho, el 13 de febrero de 2012 Schmiedheiny fue condenado en Turín (Italia) a 16 años de cárcel por “desastre ambiental doloso permanente” y por “omisión de medidas de seguridad en el trabajo” en las instalaciones de la multinacional de su propiedad, Eternit, situadas en localidad de Casale Monferrato, así como al pago de indemnizaciones millonarias a las familias de los 2.191 muertos y a los 605 enfermos crónicos que ocasionó la actividad de esta fábrica de amianto.
Ashoka apoya, entre otros proyectos, el Programa AGRA (Alianza para una Revolución Verde en África), el cual se desarrolla en los países del África subsahariana, y que está promovido por un acuerdo entre la FAO, la Fundación Gates y la Fundación Rockefeller. Este programa está introduciendo en África subsahariana semillas “de alta tecnología” en colaboración con Monsanto, así como abonos químicos y productos agroquímicos de Monsanto, DuPont y Syngenta. En colaboración con la Fundación Gates, Ashoka aporta 90 emprendedores sociales para “apoyar la innovación en los agricultores de África subsahariana e India”. Por su parte, la Fundación Gates compró en 2010 medio millón de acciones de Monsanto.
La estructura de Ashoka.
Ashoka cuenta en su estructura con un órgano denominado “Academia Global”, que es el encargado de representar y asesorar a los Emprendedores Sociales. Este órgano está formado por una serie de economistas neoliberales y por otros miembros, entre quienes se puede destacar a Hernando de Soto, quien fue el asesor personal de Fujimori en su etapa presidencial del Perú, y que a su vez asesoró al presidente peruano Alan García en los conflictos con los indígenas del Amazonas, recomendándole la privatización de los bienes comunales de dichas comunidades. También puede destacarse al banquero adalid de los microcréditos en el mundo, Muhammad Yunus, de Grameen Bank (India). O Peter Eigen, el fundador de la ONG Transparencia Internacional, cuyo fin es luchar contra la corrupción, pero cuyo mencionado fundador administra un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes. Por cierto, el director en España de Transparencia Internacional es Antonio Garrigues Walker, quien, a su vez, presidió el Jurado que concedió el Premio Príncipe de Asturias 2011 al fundador de Ashoka.
Por otra parte, los Emprendedores Sociales de Ashoka cuentan con una extensa red de apoyo que se denomina “Ashoka Support Network”, formada por diferentes personalidades de éxito en el mundo de los negocios (empresarios, altos ejecutivos, banqueros de inversión, capital riesgo, consultores, etc.), los cuales se comprometen voluntariamente a dedicar tiempo y dinero para asesorar y apoyar a los Emprendedores Sociales.
El presidente de Ashoka en España, Carl F. Muñana, fue director general de JP Morgan & Co, la mayor empresa del mundo, y estuvo al frente de su cartera de riesgo en Latinoamérica. La directora general de Ashoka en España, María Calvo, fue directora general de eBay en España y directora de marketing de Ray-Ban en Europa. La coordinadora de Operaciones Internacionales de Ashoka-Europa y responsable de Ashoka en España, María Zapata, fue alto cargo de General Electric. Y la coordinadora de la Red de Emprendedores de Ashoka en España, Elena Correas, trabajó en la consultora McKinsey.
El presidente de Ashoka en España, Carl F. Muñana, fue director general de JP Morgan & Co, la mayor empresa del mundo, y estuvo al frente de su cartera de riesgo en Latinoamérica. La directora general de Ashoka en España, María Calvo, fue directora general de eBay en España y directora de marketing de Ray-Ban en Europa. La coordinadora de Operaciones Internacionales de Ashoka-Europa y responsable de Ashoka en España, María Zapata, fue alto cargo de General Electric. Y la coordinadora de la Red de Emprendedores de Ashoka en España, Elena Correas, trabajó en la consultora McKinsey.
El verdadero objetivo de Ashoka.
Para el desarrollo de su actividad supuestamente filantrópica, Ashoka maneja exclusivamente criterios de economía neoliberal y sus objetivos son meramente empresariales. Practica, pues, el más estricto ‘filantrocapitalismo’. Basten para ilustrar esta afirmación algunas de las manifestaciones de sus dirigentes:
Bill Drayton, fundador y Director Ejecutivo de Ashoka, en un artículo de septiembre de 2010 para la revista Harvard Business Review, escribió lo siguiente: “La colaboración entre las empresas y los Emprendedores Sociales puede crear y ampliar los mercados a una escala no vista desde la Revolución Industrial. Estos mercados alcanzarían a todos, pero especialmente a los cuatro mil millones de personas que todavía no forman parte de la economía formal del mundo”.
Bill Drayton, fundador y Director Ejecutivo de Ashoka, en un artículo de septiembre de 2010 para la revista Harvard Business Review, escribió lo siguiente: “La colaboración entre las empresas y los Emprendedores Sociales puede crear y ampliar los mercados a una escala no vista desde la Revolución Industrial. Estos mercados alcanzarían a todos, pero especialmente a los cuatro mil millones de personas que todavía no forman parte de la economía formal del mundo”.
María Zapata, coordinadora de Operaciones Internacionales de Ashoka-Europa y responsable de Ashoka en España, en entrevista concedida en junio de 2011 a la revista Quo, dijo lo siguiente: “Uno de nuestros modelos son las cadenas híbridas de valor, que ponen en contacto a los Emprendedores Sociales y grandes o medianas empresas. Para las empresas, el mercado potencial que ofrece la población que está viviendo con menos de dos dólares al día, lo que llamamos la base de la pirámide, en temas de energía, vivienda, alimento, etc. es de cuatro trillones de dólares. Por tanto, la oportunidad de mercado para esas empresas es brutal, y ellas lo saben. Pero no saben acceder a ellas. Los Emprendedores Sociales trabajan con esas poblaciones y su labor es acercar a la multinacional hasta ellas, mientras salvaguardan los intereses de éstas (…) Nosotros vamos a aprovechar toda la fuerza del mercado para conseguir la transformación social. Los Emprendedores Sociales son muy flexibles y pragmáticos”.
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Elena Correas, coordinadora de la Red de Emprendedores de Ashoka en España, en entrevista concedida en julio de 2011 a la revista Compromiso RSE (Responsabilidad Social Empresarial), hablando de los Emprendedores Sociales, dijo lo siguiente: “No basta con tener una idea o una buena idea, ni la vocación utópica de querer cambiar el mundo, sino que hay que llevar a término un proyecto y salvar los frenos que surgen por el camino. Los Emprendedores Sociales son terriblemente pragmáticos”.
Elena Correas, coordinadora de la Red de Emprendedores de Ashoka en España |
María Calvo, directora de Ashoka en España, para la revista Compromiso RSE, en 2010 escribió lo siguiente: “El potencial de estas asociaciones se basa en la complementariedad de las fuerzas de ambos sectores: el mundo de los negocios puede aportar escala, conocimiento y experiencia de operaciones y financiación; los Emprendedores Sociales y organizaciones ciudadanas pueden ofrecer modelos de bajo coste, fuertes redes sociales y un mejor conocimiento y comprensión de los potenciales clientes y usuarios”.
Además de lo anterior, Ashoka aplica un mecanismo de control infalible sobre los movimientos sociales en los que penetra, el cual consiste en acumular y analizar meticulosamente los proyectos y la información que generan los Emprendedores Sociales, los Changemakers y los Jóvenes Changemakers, así como los candidatos a estas figuras. El extenso y minucioso procedimiento de selección al que se someten los 5 candidatos a Emprendedor Social es la primera evidencia. Como ya se dijo, este procedimiento tiene nombre propio, “Ashoka’s Venture”. Para empezar, Ashoka cuenta a nivel mundial con una “Red de Nominadores Selectos” encargada de investigar y proponer candidatos. El proceso de selección consta de tres fases: “de búsqueda nacional”, “de colaboración internacional” y “de confirmación global”. La primera de las fases se divide, a su vez, en dos pasos: “Nominación” y “Entrevista de primera opinión” (definida como entrevista “en profundidad”). La segunda, en otros dos: “Entrevista de segunda opinión” (“típicamente entre 3 y 5 horas”) y “Panel de selección”. Y la tercera consta de un paso llamado “Revisión de la Junta Ejecutiva”.
La segunda evidencia del acopio de información es el estudio que Ashoka practica periódicamente sobre quienes ya fueron seleccionados como emprendedores sociales, “para medir su impacto”. “El estudio incluye una extensa encuesta que se envía a los miembros de la Red [de emprendedores sociales] y que se complementa con una serie de entrevistas personales a una muestra significativa de ellos. Los resultados demuestran que nuestra inversión produce un sólido impacto y un significativo cambio social”. No olvidemos que los Emprendedores Sociales lo son “de por vida”.
Un botón de muestra del desmedido afán de Ashoka por obtener y controlar esta anhelada información, e incluso por apropiarse de la misma, son los formularios mediante los cuales los candidatos a Changemaker deben presentarse ante Ashoka, como simple primera toma de contacto. En su apartado “Condiciones de participación” pueden leerse párrafos como éste: “Presentando mi iniciativa y materiales de apoyo, consiento en dar el permiso a Changemakers y Ashoka para usar mi nombre, fotografía, y contenido de la iniciativa en Changemakers y material Ashoka -a su discreción- junto con medios, promociones, y marketing de Changemakers Concursos de Colaboración y open sourcing™ de soluciones sociales. Changemakers puede retener mi material con objetivos de archivo. Doy el permiso a Changemakers y Ashoka para autorizar o publicar reimpresiones y fotocopias de la iniciativa para escuelas, bibliotecas u objetivos educativos individuales; y autorizar a terceros para publicar y usar el Trabajo”. O también, párrafos como este otro: “Al enviar cualquier información, datos, texto, software, música, sonido, fotografías, gráficos, videos, mensajes y otros materiales (‘contenido’) a través de este sitio web, otorgo a Ashoka una licencia no exclusiva, perpetua, irrevocable y totalmente desembolsado, la licencia libre de regalías para usar, reproducir, modificar, publicar, distribuir, importar, mostrar públicamente, ejecutar públicamente, en forma digital, crear obras derivadas y explotar dicho ‘contenido’ (incluyendo los derechos de autor, marcas registradas u otra propiedad intelectual contenida en él), y el derecho a sublicenciar los derechos anteriores (a través de múltiples niveles) a terceros”.
Y por otra parte, Ashoka trata siempre de dividir y vencer. El fuerte debate que se genera entre partidarios y detractores de Ashoka en el seno las organizaciones penetradas, lleva a las mismas indefectiblemente al desgaste y al debilitamiento.
Además de lo anterior, Ashoka aplica un mecanismo de control infalible sobre los movimientos sociales en los que penetra, el cual consiste en acumular y analizar meticulosamente los proyectos y la información que generan los Emprendedores Sociales, los Changemakers y los Jóvenes Changemakers, así como los candidatos a estas figuras. El extenso y minucioso procedimiento de selección al que se someten los 5 candidatos a Emprendedor Social es la primera evidencia. Como ya se dijo, este procedimiento tiene nombre propio, “Ashoka’s Venture”. Para empezar, Ashoka cuenta a nivel mundial con una “Red de Nominadores Selectos” encargada de investigar y proponer candidatos. El proceso de selección consta de tres fases: “de búsqueda nacional”, “de colaboración internacional” y “de confirmación global”. La primera de las fases se divide, a su vez, en dos pasos: “Nominación” y “Entrevista de primera opinión” (definida como entrevista “en profundidad”). La segunda, en otros dos: “Entrevista de segunda opinión” (“típicamente entre 3 y 5 horas”) y “Panel de selección”. Y la tercera consta de un paso llamado “Revisión de la Junta Ejecutiva”.
La segunda evidencia del acopio de información es el estudio que Ashoka practica periódicamente sobre quienes ya fueron seleccionados como emprendedores sociales, “para medir su impacto”. “El estudio incluye una extensa encuesta que se envía a los miembros de la Red [de emprendedores sociales] y que se complementa con una serie de entrevistas personales a una muestra significativa de ellos. Los resultados demuestran que nuestra inversión produce un sólido impacto y un significativo cambio social”. No olvidemos que los Emprendedores Sociales lo son “de por vida”.
Un botón de muestra del desmedido afán de Ashoka por obtener y controlar esta anhelada información, e incluso por apropiarse de la misma, son los formularios mediante los cuales los candidatos a Changemaker deben presentarse ante Ashoka, como simple primera toma de contacto. En su apartado “Condiciones de participación” pueden leerse párrafos como éste: “Presentando mi iniciativa y materiales de apoyo, consiento en dar el permiso a Changemakers y Ashoka para usar mi nombre, fotografía, y contenido de la iniciativa en Changemakers y material Ashoka -a su discreción- junto con medios, promociones, y marketing de Changemakers Concursos de Colaboración y open sourcing™ de soluciones sociales. Changemakers puede retener mi material con objetivos de archivo. Doy el permiso a Changemakers y Ashoka para autorizar o publicar reimpresiones y fotocopias de la iniciativa para escuelas, bibliotecas u objetivos educativos individuales; y autorizar a terceros para publicar y usar el Trabajo”. O también, párrafos como este otro: “Al enviar cualquier información, datos, texto, software, música, sonido, fotografías, gráficos, videos, mensajes y otros materiales (‘contenido’) a través de este sitio web, otorgo a Ashoka una licencia no exclusiva, perpetua, irrevocable y totalmente desembolsado, la licencia libre de regalías para usar, reproducir, modificar, publicar, distribuir, importar, mostrar públicamente, ejecutar públicamente, en forma digital, crear obras derivadas y explotar dicho ‘contenido’ (incluyendo los derechos de autor, marcas registradas u otra propiedad intelectual contenida en él), y el derecho a sublicenciar los derechos anteriores (a través de múltiples niveles) a terceros”.
Y por otra parte, Ashoka trata siempre de dividir y vencer. El fuerte debate que se genera entre partidarios y detractores de Ashoka en el seno las organizaciones penetradas, lleva a las mismas indefectiblemente al desgaste y al debilitamiento.
En conclusión, Ashoka fomenta el negocio de la pobreza, concentra y controla la información que generan los Emprendedores Sociales, y materializa la penetración y el control del gran capital en los movimientos sociales de base, dominando así sus efectos. El gran capital, disfrazado de redentor de la humanidad, busca insaciablemente pactos vitalicios con los movimientos sociales.
Denuncias de los movimientos sociales.
Sin embargo, a finales del pasado mes de abril Ecologistas en Acción publicó un manifiesto de denuncia contra los procedimientos dañinos y desvergonzados de Ashoka y AVINA, desenmascarando así a estas dos fundaciones supuestamente filantrópicas. A dicho manifiesto se han adherido hasta el momento más de doscientas organizaciones sociales y ambientales de veintitrés países, entre las que se encuentran la propia Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra de Latinoamérica y el Caribe, Greenpeace Argentina, la Red de Semillas, Renace (la coordinadora de todas las asociaciones ecologistas de Argentina), Nueva Cultura del Territorio, la Coordinadora del Agua de Cochabamba... Debe tenerse en cuenta que varias de las organizaciones firmantes integran, a su vez, a decenas de organizaciones más.
Afortunadamente los movimientos sociales se han percatado de esta nueva y refinada estrategia que el gran capital ha diseñado para penetrar en los ámbitos de la sociedad que aún le quedaban por dominar. Los movimientos sociales se han percatado y están sabiendo unirse.
*Isidro Bustamante es socio del Ateneo Republicano de Valladolid
Este informe es una actualización a junio de 2012 del publicado en la revista "República" nº13, enero de 2012, del Ateneo Republicano de Valladolid.
Afortunadamente los movimientos sociales se han percatado de esta nueva y refinada estrategia que el gran capital ha diseñado para penetrar en los ámbitos de la sociedad que aún le quedaban por dominar. Los movimientos sociales se han percatado y están sabiendo unirse.
*Isidro Bustamante es socio del Ateneo Republicano de Valladolid
Este informe es una actualización a junio de 2012 del publicado en la revista "República" nº13, enero de 2012, del Ateneo Republicano de Valladolid.