Fundación Ana Bella ¿Luchando por la igualdad?
Livia Gaona
“ESCUELAS DE NEGOCIOS
La miopía, el autoengaño y la mentira elevados al rango de virtudes cívicas. Sin esa grasa, los engranajes de este brutal sistema no pueden funcionar. Y la máxima autoridad moral del infame tinglado, Coca-Cola, sigue derramando sus versículos en las pantallas publicitarias: miremos al mundo con positividad”. Jorge Riechmann
Hace ya algún tiempo que escuchamos mucho las palabras cambiar el mundo. Pero hemos de reflexionar sobre los agentes promotores de ese “cambio”. Últimamente están surgiendo iniciativas individuales empresariales que se autoproclaman adalides y soluciones ante el contexto de crisis. No son soluciones generadas ni consensuadas colectivas ni democráticamente. ¿De dónde proviene todo su plan estratégico? La emprendedora social Ana Bella, de la que trata el artículo, es una de estas iniciativas, que no dejan de ser el engranaje y una de las herramientas con las que los señores del gran capital pretenden regular el cambio y el clima social.
De ahí surge la necesidad de desarticular sus perversos discursos y mostrar la ideología neoliberal, capitalista y machista que subyace en sus acciones. Este artículo supone una crítica desde una perspectiva feminista a la Fundación Ana Bella. Para ello se abordará:
Quién es Ana Bella, su proyecto, fuentes de financiación y alianzas; se realizará un análisis crítico del discurso de esta emprendedora social; se apunta a la ausencia total de denuncia pública en temas sensibles a violencia de género.
De ahí surge la necesidad de desarticular sus perversos discursos y mostrar la ideología neoliberal, capitalista y machista que subyace en sus acciones. Este artículo supone una crítica desde una perspectiva feminista a la Fundación Ana Bella. Para ello se abordará:
Quién es Ana Bella, su proyecto, fuentes de financiación y alianzas; se realizará un análisis crítico del discurso de esta emprendedora social; se apunta a la ausencia total de denuncia pública en temas sensibles a violencia de género.
El día 23 de julio de 2013, España amanece con esta noticia…”La estadística solo incluirá a las heridas más graves del machismo. El Gobierno suavizará el registro que iba a medir cada mes el número de mujeres con parte de lesiones al limitarlo a las que sean hospitalizadas al menos 24 horas”. Es un falseamiento de datos de cara a aparentar tener éxito con ciertas políticas sociales. Es invisibilizar un hecho y falsear un logro.
Las mujeres víctimas de violencia de género están consideradas como colectivo "en riesgo de exclusión”, por el que tienen derecho a recibir ciertas prestaciones y atenciones desde servicios dependientes de la administración pública (en proceso de desmantelamiento); por otra parte, las empresas que las contratan como trabajadoras, tienen bonificaciones en los costes en seguridad social y deducciones fiscales. Parece una obviedad que a la vez que pretenden maquillar los números para aparentar eficacia en políticas sociales referidas a la violencia de género, esta misma máscara no se aplica como cómputo para el abaratamiento de la seguridad social y deducciones fiscales ofrecido a las empresas por contratación de mujeres con este perfil. Como medida facilitadora para integrar a estas mujeres en el mercado laboral está bien, pero reflexionemos…
¿Quiénes principalmente están sacando provecho de esta medida?
¿Por qué ese indicador se usa para a evaluar políticas sociales, y no se aplica en las políticas económicas dirigidas a empresas?
Las mujeres víctimas de violencia de género están consideradas como colectivo "en riesgo de exclusión”, por el que tienen derecho a recibir ciertas prestaciones y atenciones desde servicios dependientes de la administración pública (en proceso de desmantelamiento); por otra parte, las empresas que las contratan como trabajadoras, tienen bonificaciones en los costes en seguridad social y deducciones fiscales. Parece una obviedad que a la vez que pretenden maquillar los números para aparentar eficacia en políticas sociales referidas a la violencia de género, esta misma máscara no se aplica como cómputo para el abaratamiento de la seguridad social y deducciones fiscales ofrecido a las empresas por contratación de mujeres con este perfil. Como medida facilitadora para integrar a estas mujeres en el mercado laboral está bien, pero reflexionemos…
¿Quiénes principalmente están sacando provecho de esta medida?
¿Por qué ese indicador se usa para a evaluar políticas sociales, y no se aplica en las políticas económicas dirigidas a empresas?
Declaraciones de Ana Bella (minuto 1.52): las víctimas de violencia de género son…. "mujeres muy fuertes y acostumbradas a trabajar bajo presión..."
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Si a los beneficios ya comentados, se le suma que los puestos de trabajo feminizados en el mercado son los peores pagados y unido al discurso autopromocional de Ana Bella donde define a las víctimas de violencia de género como…. "mujeres muy fuertes y acostumbradas a trabajar bajo presión...", queda identificado y servido en bandeja un perfecto nicho de trabajadoras que aguantan lo que las echen, a bajo coste para empresas del gran capital, nacionales y multinacionales.
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Este es el caso perverso de Danone; Danone, aun habiendo obtenido beneficios el pasado año, despidió a 900 personas en plantilla, 76 de ellas trabajando en puestos administrativos en España; a su vez, a través de un programa de responsabilidad social empresarial- “Escuela Ana Bella. Innovación social y empoderamiento de la mujer” desarrollado por "Fundación Ana Bella" con apoyo Fondo Social Danone y de Momentum Task Force (empresa intermediaria para la implementación –selección y contratación- de equipos de márquetin), ha realizado contrataciones a mujeres que pertenecen al colectivo de víctimas de violencia machista. Según se expresa en la página web de Ana Bella, se han contratado 117 mujeres desde enero del 2012 para hacer márquetin de danacol en los supermercados. Si bien no especifican si los contratos son temporales, indefinidos, ni las condiciones de los mismos. Ahí tenemos a una multinacional beneficiándose del "nicho de trabajadoras fuertes que saben trabajar bajo presión” low cost, bajo un discurso de cuestionable bondad… “con la visión de que una mujer que ha superado la violencia es un valor positivo para el desarrollo económico y social de la empresa”. ¿Quién puede creerlo habiendo despedido paralelamente a 76 trabajadores y trabajadoras?
La responsabilidad social empresarial, todavía no es estrategia suficiente para maquillar las miserias del gran capital mientras podamos cruzar datos por internet.
Aparece de nuevo el perverso discurso desde el emprendimiento social en pro al "empoderamiento", la “igualdad”, y el “cambio social” de estas mujeres apropiándose del lenguaje social, vaciándolo de contenido o atribuyéndole uno nuevo de corte neoliberal. No se hará aquí crítica metodológica en al quehacer diario de Ana Bella, si no poner en cuestión y desmontar esa intencionalidad de transformación social desde varios frentes:
La responsabilidad social empresarial, todavía no es estrategia suficiente para maquillar las miserias del gran capital mientras podamos cruzar datos por internet.
Aparece de nuevo el perverso discurso desde el emprendimiento social en pro al "empoderamiento", la “igualdad”, y el “cambio social” de estas mujeres apropiándose del lenguaje social, vaciándolo de contenido o atribuyéndole uno nuevo de corte neoliberal. No se hará aquí crítica metodológica en al quehacer diario de Ana Bella, si no poner en cuestión y desmontar esa intencionalidad de transformación social desde varios frentes:
- Qué es Ana Bella , fuentes de financiación y alianzas.
- Desmontando el discurso…¿Empoderamiento? ¿Igualdad? ¿Cambio social?
- Ausencia total de denuncia pública en temas sensibles a violencia de género.
1. ¿Qué es la Fundación Ana Bella?
La Fundación Ana Bella es una iniciativa promovida por Ana Bella, emprendedora social de Ashoka. Como emprendedora social de Ashoka recibe un estipendio mensual durante tres años además de formación y asesoramiento. Como emprendedora social de Ashoka se compromote a una pertenencia vitalicia a la red de Ashoka.
¿Que es Ashoka? La procedencia del capital que nutre a Ashoka proviene de empresas y corporaciones del gran capital: Banco Goldman Sachs, BBVA, Danone, ESADE, Fundación Botín, Fundación Coca-Cola, Price Waterhouse Coopers, Telefónica, Unión de Bancos Suizos, etc… La formación del equipo integrante de la Fundación es financiado por BBVA e impartida en la ESADE, universidad elitista y privada desde donde se desarrollan planes de negocio neoliberales. Desde el ideario del emprendimiento social se legitima hacer negocio con lo que constitucionalmente viene reconocido como derechos sociales, se identifican nichos de negocios a partir de las consecuencias de la desigualdades sociales producidas por el sistema capitalista y patriarcal; si bien desde el emprendimiento social, nunca se hablará de derechos ni desigualdades sociales, si no que se traducirá en necesidades y desavenencias sociales para poder legitimar sus acciones de mercado. Si es un derecho, se supone ámbito de intervención pública; si bien para los emprendedores/as sociales es una fuente de capital y necesitan de un previo desmantelamiento de los servicios de atención públicos o dependientes de los mismo, al tiempo que hacer lobby para desmontar o controlar legalmente el sistema de vigilancia pública. |
2. Desmontando su discurso: ¿Empoderamiento? ¿Igualdad? ¿Cambio social?
Se cuestiona su discurso de empoderamiento. Los entes filantrópicos del capital se nos presentan como salvadores por facilitar un trabajo. El trabajo es un derecho, no un premio o un privilegio. Y la intervención social con mujeres víctimas de violencia de género, como se viene diciendo, habría de ser de ámbito de gestión y vigilancia pública. Actualmente en España, se vive el desmantelamiento de los servicios públicos de atención a víctimas, mientras que paralelamente emerge de forma cada vez más visible la emprendedora social Ana Bella. Esta emprendedora social pretende dar una respuesta individual a un problema colectivo, haciendo negocio de ello. Ana Bella no deja de ser una agencia de empleo con mano de obra de un perfil low cost determinado al servicio de empresas capitalistas. Extraño escenario para el empoderamiento entendido desde la perspectiva feminista.
Si esta fundación es tan sensible al empoderamiento de la mujer, más bien podría animar y acompañar en el proceso a estas mismas mujeres hacia una organización sindical independiente de la fundación y de Danone, en pro a sus derechos laborales…ahí queda como propuesta…
Se cuestiona su discurso de empoderamiento. Los entes filantrópicos del capital se nos presentan como salvadores por facilitar un trabajo. El trabajo es un derecho, no un premio o un privilegio. Y la intervención social con mujeres víctimas de violencia de género, como se viene diciendo, habría de ser de ámbito de gestión y vigilancia pública. Actualmente en España, se vive el desmantelamiento de los servicios públicos de atención a víctimas, mientras que paralelamente emerge de forma cada vez más visible la emprendedora social Ana Bella. Esta emprendedora social pretende dar una respuesta individual a un problema colectivo, haciendo negocio de ello. Ana Bella no deja de ser una agencia de empleo con mano de obra de un perfil low cost determinado al servicio de empresas capitalistas. Extraño escenario para el empoderamiento entendido desde la perspectiva feminista.
Si esta fundación es tan sensible al empoderamiento de la mujer, más bien podría animar y acompañar en el proceso a estas mismas mujeres hacia una organización sindical independiente de la fundación y de Danone, en pro a sus derechos laborales…ahí queda como propuesta…
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Declaraciones de Ana Bella en la presentación de las embajadoras Danone (minuto 14:44)
Una de las razones de las crisis de EEUU es que el 80% de los trabajadores y trabajadoras no estan comprometidos con la empresa, nosotras aportamos a Danone empleadas comprometidas. |
Se cuestiona el discurso de la pretendida conquista de la igualdad por tres razones:
A) Las entidades financiadoras del proyecto (BBVA, Danone…) son entes capitalistas con estructuras jerárquicas y patriarcales. Ellos son quienes han generado la desigualdad y la crisis. Es imposible creer que aquellos que capitalizan la iniciativa estén interesados en un cambio de estructuras hacia otras más equitativas, ya que necesitan un nicho de población que exprimir (mujeres, inmigrantes, población empobrecida del norte y del sur…), para mantener su riqueza y privilegios. Ellos son parte del problema, no de la solución. El proyecto de Escuela Ana Bella, desde el análisis de la perspectiva de género, se puede identificar con la aplicación de estrategias de micromachismos encubiertos, que intentan ocultar su objetivo de imponer las propias razones abusando de la confianza y credibilidad femenina.
B) La entidad que imparte formación al equipo de profesionales de la Escuela Ana Bella, BBVA y la ESADE. La ESADE, como se dijo anteriormente, es una universidad elitista, neoliberal, gestionada por la orden de los jesuitas. Por definición, su supervivencia se basa en la desigualdad de clase, la desigualdad económica, y el sentimiento de autoridad moral que reviste la ideología cristiana y conservadora, frente a la diversidad moral e ideologías existentes; y transversal a todo ello, la desigualdad de género. El papel que juega el proyecto de Ana Bella es de herramienta reguladora, colaborando a que esas desigualdades permanezcan fortaleciendo las concepciones culturales tradicionales de los roles de género. Desde el análisis de la perspectiva de género se entiende que este proyecto no es transformador, si no que está permeado de micromachismos de crisis que pretenden forzar la permanencia en el status quo desigualitario cuando este se desequilibra”.
C) Se pone en cuestión tener por objetivo alcanzar esa igualdad, porque para que acontezca, han de existir las condiciones óptimas para ir avanzando paso a paso:
- El acceso de la mujer al ámbito público- acceso al mercado laboral.
- El acceso equitativo a cualquier perfil profesional y con igual salario. Que desaparezcan la feminización y masculinización en profesiones.
- Acceder a puestos de responsabilidad rompiendo el techo de cristal.
- Si se consigue traspasar el techo de cristal, que la propia mujer no reproduzca estrategias machistas en la organización y ejecución del trabajo.
- Paralelamente a los cuatro puntos anteriores, la incorporación por igual del hombre al ámbito doméstico.
El proyecto interviene en el primer paso, la integración al mercado laboral y de forma sexista y deficitaria. No va más allá. Ese acceso al mercado laboral sucede a través puestos de trabajos con perfiles fuertemente feminizados y de baja cualificación; son mujeres que hablan sobre un producto alimenticio en un supermercado, ámbitos que tienen que ver con la mercantilización de lo doméstico; no se trataría entonces de una búsqueda de igualdad a través de la inserción en el mercado laboral si no que hablamos de un uso de las atribuciones tradicionales a lo femenino como estrategia de márquetin. Esta astucia está definida como micromachismos utilitarios, que tratan de forzar la disponibilidad femenina aprovechándose de diversos aspectos domésticos y cuidadores del comportamiento femenino tradicional”.
Por ello, conseguir una igualdad real en este marco es imposible, sencillamente porque está planificado para que no ocurra.
La emprendedora social sigue el juego a las empresas del gran capital, se presta a maquillar el impacto social negativo que tienen, mercantiliza la intervención social, refuerza roles tradicionales femeninos y hace de ello su negocio. Se sostiene y es legitimado socialmente al percibir la usuaria del servicio un salario, pero sería interesante saber cuál es la dimensión de la plusvalía generada de la que se apropia la empresa.
Los emprendedores y emprendedoras hablan de las cadenas híbridas de valor (CHV) ó sistema “win to win” (ganar-ganar), pero está constatado que ese sistema de ganancias, de nuevo, no se basa en la equidad ni justa distribución de beneficios, si no que en la repartición mantiene y acrecienta la desigualdad. Es una redistribución hacia arriba.
El cambio hacia la igualdad pasa por visibilizar y desaprender parámetros culturales patriarcales e incorporar valores feministas. Cualquier iniciativa realizada por mujeres no está exenta de realizarse desde ideologías machistas y de clase.
Por último, expresan actuar interesados e interesadas en una transformación social. Cierto ¿pero hacia qué dirección? Si las estructuras sociales y de género cambiaran, se les acabaría el negocio.
Desde la perspectiva de género, es importante poner el acento en que es un proyecto cuyo objetivo expresado es el empoderamiento de la mujer; sin embargo es absolutamente dependiente de las inversiones de entidades y empresas capitalistas, elitistas y patriarcales, con una estrategia consistente en integrar a las mujeres víctimas de violencia machista como mano de obra barata en puestos de trabajo fuertemente feminizados en empresas del gran capital. Todo esto constituye una enorme contradicción. Es una contradicción de gran magnitud y por ello insalvable.
No olvidemos que aunque desarrollen un discurso con un talante social, estas iniciativas son un negocio. Como negocio que son, buscan su sostenibilidad. Para que este tipo de iniciativas de negocio sean sostenibles en el tiempo, es necesario que se perpetúen las desigualdades: conservar las estructuras patriarcales y machistas, mantener o aumentar un estrato de población pauperizado y a ser posible de baja cualificación. Esto es, mantener o aumentar, según se denomina desde el emprendimiento social, la base de la pirámide.
Por todo ello, en resumen, se puede concluir que NO les interesa la transformación de las estructuras sociales; SI les interesa que se sigan manteniendo las tradicionales concepciones de género (hombre-mujer/ público-privado); Trabajan hacia un cambio en las relaciones de poder político y económico: hacer negocio con nuestros derechos y necesidades básicas, exentos de regulación y vigilancia pública.
3. Ausencia total de denuncia pública en temas sensibles a violencia de género
La Fundación Ana Bella para la Ayuda a Mujeres Maltratadas y Madres Separadas fue constituida por doña Ana Bella Estévez Jiménez de los Galanes, en Mairena del Aljarafe (Sevilla), en mayo de 2006.
Los fines de la Fundación, de acuerdo con lo dispuesto en sus Estatutos, son los siguientes: «Apoyo a mujeres maltratadas y madres separadas; contra la violencia de género; a favor de la igualdad; contra la discriminación; por la integración social; por la dignidad personal; y, para defender los derechos humanos y eliminar la pobreza».
Según lo expresado en sus fines se podría decir que las consecuencias de sus actuaciones distan mucho de los mismos. Las únicas acciones que se contemplan en el blog y en el facebook se podrían resumir en dos: la ya mentada agencia de colocación de personal low cost para empresas del gran capital y propias; y extraordinariamente, jornadas de sensibilización que son más bien campañas autopromocionales, donde existe una ausencia absoluta de análisis en el contexto actual de la problemática, y una ausencia absoluta de denuncia sobre cuestiones multifactoriales que no ayudan más que a perpetuar estas situaciones. Utilizar únicamente un esquema autorreferencial, raramente apoyará a la transformación de un problema social colectivo tan grave. En ningún momento se encuentran referencias a:
La Fundación Ana Bella debería integrar en su actividad, si realmente trabajara en pro a esa defensa de derechos de las mujeres, una concepción integral de lo que es violencia machista. Violencia contra la mujer, según Asamblea General de la ONU. Resolución 48/104, 20 de diciembre de 1993, se entiende “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
La Comisión de investigación para malos tratos de las mujeres categoriza esas posibles formas de violencia:
Sin embargo, desde un punto de vista feminista, la Fundación Ana Bella, no solo no cumple sus fines, si no que se aleja de ellos al participar activamente en esa violencia estructural localizada en la segregación y desvalorización del trabajo femenino, y ayudar a perpetuar y abusar de las tradicionales atribuciones por sexos. La denuncia, implicaría tirar piedras sobre su propio tejado.
Convertirse en la facilitadora de un nicho de trabajadoras baratas para empresas del gran capital y beneficio propio, NO es trabajar “a favor de la igualdad, contra la discriminación; por la integración social; por la dignidad personal; y, para defender los derechos humanos y eliminar la pobreza".
…De maltratadas invisibles a mano de obra barata para empresas del gran capital. Este es el plan de transformación social que desde arriba tiene elaborado para el colectivo.
Maquíllenlo como quieran.
La Fundación Ana Bella para la Ayuda a Mujeres Maltratadas y Madres Separadas fue constituida por doña Ana Bella Estévez Jiménez de los Galanes, en Mairena del Aljarafe (Sevilla), en mayo de 2006.
Los fines de la Fundación, de acuerdo con lo dispuesto en sus Estatutos, son los siguientes: «Apoyo a mujeres maltratadas y madres separadas; contra la violencia de género; a favor de la igualdad; contra la discriminación; por la integración social; por la dignidad personal; y, para defender los derechos humanos y eliminar la pobreza».
Según lo expresado en sus fines se podría decir que las consecuencias de sus actuaciones distan mucho de los mismos. Las únicas acciones que se contemplan en el blog y en el facebook se podrían resumir en dos: la ya mentada agencia de colocación de personal low cost para empresas del gran capital y propias; y extraordinariamente, jornadas de sensibilización que son más bien campañas autopromocionales, donde existe una ausencia absoluta de análisis en el contexto actual de la problemática, y una ausencia absoluta de denuncia sobre cuestiones multifactoriales que no ayudan más que a perpetuar estas situaciones. Utilizar únicamente un esquema autorreferencial, raramente apoyará a la transformación de un problema social colectivo tan grave. En ningún momento se encuentran referencias a:
- Valoraciones sobre los efectos negativos que está teniendo la crisis sobre las mujeres que padecen esta problemática.
- No existe denuncia sobre la disminución de servicios de atención a las mujeres y menores víctimas de violencia de género.
- No alude, ni reclama medidas públicas previstas por ley y que sin embargo no están siendo aplicadas.
- Nunca alude a un esfuerzo colectivo para el buen funcionamiento del sistema judicial y penal en los procesos de las víctimas.
- No critica las atribuciones tradicionales de género, raíz del problema.
- No señala, como si hacen el resto de colectivos sensibles a la violencia de género, el retroceso que supondrá la LOMCE, ley que no contempla la educación en igualdad de sexos ni la formación para la prevención y resolución de conflictos como está previsto tanto en la Ley de Igualdad como en la Ley Integral.
- No menta ni la trata, ni la prostitución.
- Etc, etc, etc…
La Fundación Ana Bella debería integrar en su actividad, si realmente trabajara en pro a esa defensa de derechos de las mujeres, una concepción integral de lo que es violencia machista. Violencia contra la mujer, según Asamblea General de la ONU. Resolución 48/104, 20 de diciembre de 1993, se entiende “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
La Comisión de investigación para malos tratos de las mujeres categoriza esas posibles formas de violencia:
- violencia física (desde las agresiones a la muerte) o psicológica
- violencia sexual (desde el acoso hasta la mutilación genital)
- violencia moral
- violencia económica
- discriminación social, educativa o laboral
- abusos, tratos degradantes o inseguros
- imposición de costumbres
- privación de libertad y/o limitación de la libertad de movimientos
- limitación en el desarrollo personal o intelectual
- en resumen, todo aquello que viole los derechos inalienables de la persona
Sin embargo, desde un punto de vista feminista, la Fundación Ana Bella, no solo no cumple sus fines, si no que se aleja de ellos al participar activamente en esa violencia estructural localizada en la segregación y desvalorización del trabajo femenino, y ayudar a perpetuar y abusar de las tradicionales atribuciones por sexos. La denuncia, implicaría tirar piedras sobre su propio tejado.
Convertirse en la facilitadora de un nicho de trabajadoras baratas para empresas del gran capital y beneficio propio, NO es trabajar “a favor de la igualdad, contra la discriminación; por la integración social; por la dignidad personal; y, para defender los derechos humanos y eliminar la pobreza".
…De maltratadas invisibles a mano de obra barata para empresas del gran capital. Este es el plan de transformación social que desde arriba tiene elaborado para el colectivo.
Maquíllenlo como quieran.
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